Facebook y Google serán considerados impensable

Facebook y Google serán considerados impensable dentro de unos 50 años.

Internet comenzó como una red financiada por el Departamento de Defensa para defender a Estados Unidos en caso de un ataque nuclear. Cuando evolucionó hacia aplicaciones comerciales y de consumo, los primeros programadores creyeron que Internet representaba un sueño utópico, una red abierta que conectaría al mundo y promovería el conocimiento, la democracia, la privacidad y otros valores positivos.

Desde los primeros días, hubo señales de que estas grandes redes que permitían el anonimato podrían convertirse en espacios desagradables dominados por matones, pero aún así, el sueño utópico persistió. Las empresas y los consumidores se adhirieron a la red mundial a finales de los años 90, y durante un tiempo fue razonable creer que Internet cumpliría su promesa.

Pero está más claro que nunca que lejos de brindarnos un mundo abierto, las compañías que dominan Internet hoy en día, Google y Facebook, y su renuencia a asumir la responsabilidad de su propio poder pronto se considerarán del lado equivocado de la historia.

La segunda ola de compañías de internet, de las cuales estos gigantes tecnológicos son los líderes, se beneficióron de un momento excepcional. Fueron la primera generación que no tuvo que diseñar en torno a limitaciones tecnológicas significativas. Heredaron 50 años de confianza y buena voluntad ganados por las generaciones anteriores. Y entraron en un mercado donde cientos de millones de usuarios creían en la visión utópica de Internet.

Las principales plataformas de internet persiguieron una escala global con celo religioso. Para evitar la fricción de las cuotas de suscripción, vendían publicidad. Para hacer valiosa su publicidad, emplearon una amplia gama de trucos psicológicos, algunos tomados de máquinas tragamonedas, propaganda y magia. Manipularon la atención. Utilizaron la vigilancia para crear perfiles de usuario que serían la envidia de una agencia de inteligencia. Se aprovecharon de la regulación laxa para adquirir posibles competidores.

Para el año 2016, ambas compañías se habían vuelto inmensamente poderosas e influyentes. Gracias a la naturaleza de sus servicios, el éxito económico trajo consigo una influencia política masiva que estuvo sujeta a poca supervisión o regulación. Las plataformas de Internet dominaron la plaza pública y fingieron que no eran responsables de las consecuencias de sus acciones. Hicieron patéticamente poco para proteger a los usuarios.

La revelación de que los rusos habían explotado Facebook, Instagram, Google, YouTube y Twitter para interferir en las elecciones presidenciales de 2016 provocó una reconsideración de los gigantes de Internet. Periodistas e investigadores descubrieron que los rusos también habían interferido en las elecciones en el Reino Unido y en muchos países de Europa. Las Naciones Unidas informaron que el discurso racista difundido en Facebook causó la muerte de al menos 9,000 miembros de una minoría religiosa en Myanmar.

El discurso de odio que se extendió por las redes sociales y la aplicación de mensajes WhatsApp de Facebook condujeron a la violencia en India y Sri Lanka. Los gobiernos de Filipinas y Camboya utilizaron Facebook para controlar a sus poblaciones. Facebook intercambió datos privados a una amplia gama de terceros sin notificar a los usuarios afectados. Google se unió a Facebook en el manejo incorrecto de los datos de los usuarios, ya que ambas compañías sufrieron grandes ataques.

En el transcurso de 2018, quedó claro que los gigantes de Internet habían sacrificado a sus usuarios en la búsqueda de ganancias. Al igual que las compañías químicas y energéticas durante gran parte del siglo XX, han logrado evitar pagar el costo económico de los daños que crean. Continúan negando la responsabilidad por las consecuencias de sus acciones mientras desarrollan simultáneamente tecnologías de inteligencia artificial y vigilancia de próxima generación que empeorarán los problemas.

Los usuarios aman lo que es bueno acerca de las plataformas de internet. Desafortunadamente, las plataformas se han colocado en el lado equivocado de la historia al socavar la democracia, la salud pública, la privacidad y la innovación. En 50 años, nos sorprenderemos de lo que lograron…  fuente original gracias a ( vox.com)

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Dimitar Kostadinov

Social Media & SEO Strategist en Agencia de Marketing y SEO para Pymes - BEOFFON®

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